Chapter Text
El rugido del motor del barco se apagó, dejando solo el murmullo de la gente y el graznido de unas aves de un blanco inmaculado que sobrevolaban el muelle. Bajé mi equipaje , sintiendo el crujido de la madera bajo mis pies.
—Vaya… qué pueblo tan pintoresco.
Así que… este es el reino de Baver, ¿eh? —murmuré para mis adentros, tratando de asimilar que este lugar parecido salido de un cuento era real.
Puede que parezca algo rústico y antiguo si lo comparamos a las ciudades de japón pero .
por alguna razón , de alguna manera me parecía , demasiado familiar , como si hubiese estado ahí antes.
El viaje fue algo largo , el reino de Baver está en el continente europeo , aunque es un país relativamente cerca a japón en comparación con otros países pero eso no es lo único que lo diferencia de otros lugares .
…. eh ? porque huele a P!$$ ? P@$$
note como mi falda se había mojado y …. espera …. porque está caliente ?
—¡Oye, te dije que no hicieras eso! ¡LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO!
Una chica, con el pelo de un rojo anaranjado se abalanzó hacia mí. De entre sus pies, un pequeño bulto azul y gelatinoso, saltó lejos con un sonido peculiar
—Ah, jeje, no pasa nada —dije, forzando una sonrisa mientras el calor húmedo se expandía por mi muslo.
Carajo, no han pasado ni dos minutos y ya me dieron una “ calida bienvenida “ — ¡OH, VAYA! ¿Esa es de las famosas babas de las que me han contado?
—Sí, es una bebé. La acabo de encontrar, así que aún no tiene nombre —respondió la chica, limpiándose unas lágrimas de risa inexistentes. Sus ojos que parecian transmitir mucha enrgia , me escudriñaron de arriba abajo—. Pero oye, tú no pareces de aquí, ¿eres asiática? Me sorprende que tu inglés sea tan fluido, no pareces muy lista.
—¡Ah! Oye, ¿qué te pasa? Mi inglés es perfecto, escucha…
Y entonces, traicionándome, mi boca decidió emitir las primeras notas de
“ I Want to Break Free “
—Aguanta un refri…
…….. siento que acabo de decepcionar a todos los fans de Freddie Mercury ……….
—¡Pfff, JAJAJA! ¿QUÉ DEMONIOS FUE ESO? —Se dobló de risa, agarrada al vientre—. Aparte de guapa, eres muy graciosa. ¿No estarás soltera? — mencionó de forma coqueta señalandome
—¿Acaso se está burlando de mí, señorita? —pregunté, tratando de recuperar la poca dignidad que me quedaba —. Ah, disculpe, ¿cuál es su nombre?
—¡Oh, mis disculpas! Déjeme presentarme… —anunció, y de su bolsillo surgió de repente un teléfono con una canción pop estridente. Lo que siguió fue un espectáculo de poses giratorias, manos en forma de corazón y una sonrisa que podía cegar—. ¡MI NOMBRE ES LANA LAHNA!
por alguna razón esta persona me recordaba un poco a las gyaru
— Soy una humilde plebeya y ¡hoy tendré el honor de ser su guía turística, señorita Rei Ohashi!
—¡SHHHHHHHHHHHHHH! —salté hacia ella, tapándole la boca con las manos—. ¡ESE NOMBRE NO! ¡QUÉ TE PASA!
—¡AHH! Perdón, perdón —susurró, sus ojos se abrieron como platos al darse cuenta de su error—. Su nombre es “Rae Taylor”. Lo siento, casi lo olvido, jeje. Aunque… —bajó aún más la voz— su documento de identidad dice otra cosa. Pero tranquila, no diré nada. Puedes confiar en mí.
Peculiar. Definitivamente, la persona más peculiar que podía haberme tocado. Y, por algún motivo, sentí que era verdad. Podía confiar en ella, o al menos, por ahora .
Aunque, técnicamente, no era mi primer contacto con el reino. Mi jefe, a través de pantallas y mensajes cifrados, me había mostrado lo básico. Pero estar aquí era diferente.
Y en cuanto al motivo por el que usaba un nombre falso… bueno, eso era el meollo de todo este desastre.
Desearía estar de vacaciones, pero no. Aquí estaba, siendo explotada una vez más por mi estúpido e inútil jefe, un hombre cuya cara solo podía imaginarme con una sonrisa de tiburón.
Ahhh… ¡carajo! Tranquila, Rei. Inhala, exhala. Piensa en números primos. 2, 3, 5, 7, 11, 13… La lista se perdió en un mar de ansiedad.
Vine porque alguien pidió mis servicios específicos para "limpiar" ciertas cuentas bancarias digitales y además entregar un anillo ¿Cómo una empresa común podría pagarme este viaje todo incluido?
Simple: no lo hicieron.
Todo olía a operación encubierta. Vine al reino de Baver con documentos falsificados, una identidad prestada y el constante temor de que me descubrieran. Lo único que me mantenía cuerda era la cifra: 316,000 dólares que me prometieron , Con eso, sí podría desaparecer para siempre, oh una vida de tranquilidad a mis 20 años en Malasia , suena demasiado bien .
Pero primero, debía entregar el anillo... y no fallar.
—¡COMO SEA! —Lana me sacó de mis pensamientos, sacudiendo mis hombros con una energía que debería ser clasificada como arma—. ¿QUÉ QUIERES CONOCER PRIMERO? ¿LA PLAYA? ¿LOS RESTAURANTES? Oh… —se inclinó, con una sonrisa pícara y un guiño exagerado y forzó su voz a una más ronca y sexy — ¿Eres de las chicas que van directamente al h-o-t-e-l? ¿EH-EHHH?
—Oye, no abuses de la confianza tan pronto —suspiré, aunque una sonrisa se escapó de mis labios. Era imposible no contagiarse de su energía.
—Jaja, tienes razón. En fin, ¿tienes el objeto que te encargaron?
—¿Te refieres a esta cosa? —pregunté, sacando de un bolsillo interno la pequeña bolsa de terciopelo azul. La abrí con cuidado, dejando que la luz del sol jugueteara con la gema del interior. Era un anillo de una belleza sobria pero imponente. El oro de la montura era grueso, con runas diminutas grabadas que no reconocía, y en el centro, la piedra azul no era transparente, sino opaca y profunda, como un océano en miniatura capturado en cristal.
Aparte de las cuentas bancarias, mi misión era transportar esta joya. No entendía nada de eso, pero quien fuera mi cliente estaba dispuesto a pagar 316,000 jodidos dólares por ello. Debía ser increíblemente importante, o increíblemente peligrosa.
pero a mi me da igual
—¡Perfecto! —dijo Lana, frotándose las manos con entusiasmo—. Entonces, vamos al lugar de encuentro.
—Eh, disculpa, ¿crees que podamos ir al banco primero? Necesito sacar algo de efectivo. No quiero estar sin un céntimo en un país nuevo.
—¡SEGURO, VAMOS A NUESTRA PRIMERA CITA!
—¡NO ES UNA CITA!
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Caminar por las calles de Baver era como pasear por un sueño. Las farolas no eran eléctricas, sino que tenían esferas de cristal en su interior que alberga pequeñas luces danzantes —¿hadas? ¿fuegos fatuos?
—Me pregunto si podré hacer magia —comenté, más para mí que para Lana.
—Oh, es cierto, en otros países no tienen magia, ¿verdad? Debe ser aburrido.
—Ni que lo digas. tienes idea de llo que daria por tener magia de viento y no tener que pagar por el aire acondicionado nunca mas ?
Ella rió. Baver era un lugar donde lo fantástico era cotidiano. Monstruos como las babas y la magia de los elementos —fuego, aire, tierra, agua— eran parte de la vida, como Lana me explicó con naturalidad. Era como un RPG clásico, pero sin barras de vida visibles ni menús desplegables. Un lugar mágico y pacífico como este… ¿Qué podría salir mal?, pensé, con una ingenuidad que ahora me parece criminal.
La sucursal del banco era un edificio imponente de mármol blanco y vitrales que representan batallas épicas entre guerreros y bestias. Un lugar que gritaba "seguridad". La ironía era palpable.
—Número 719, por favor pasar al cajero —anunció una voz femenina y serena desde los altavoces.
—Te toca.
—Ya era hora.
Me acerqué al mostrador, sacando mis documentos falsos con un nudo en el estómago. Estaba a punto de cruzar el primer obstáculo, de dar el primer paso hacia mi nueva vida.
NADA PUEDE MALIR SAL !
JAJA - JAJAJA JAJA —” Quedate quieta “
La voz era un látigo, cortante y cargada de una autoridad que no admitía réplica. El aire en la sucursal se heló de golpe.
—¡LAS MANOS ARRIBA DE TU CABEZA! ¡DAME TU CELULAR Y TU CARTERA, AHORA!
…No me jodas……
¿En serio?
¿Un robo?
¿En mi primer día ? ! El universo tenía un sentido del humor realmente deplorable.
—Eh.. esto… disculpa —dije, con una voz que sonó patéticamente temblorosa—, pero ¿cómo se supone que te dé mi celular si tengo las manos arriba de mi cabeza?
El silencio que siguió fue más aterrador que el grito. —…¡¿Te estás burlando de mí? !
—¡NO, NO, NO, NO! OYE, SOLO ESTOY NERVIOSA, ¿OK? Solo tengo mi celular y… y…
Y entonces la vi. Realmente la vi.
El tiempo se ralentizó. Una mujer se desprendió de las sombras cerca de la puerta. Su cabello era una cascada de oro puro, recogido en un moño tan perfecto y tenso que parecía una declaración de intenciones. Pero eran sus ojos los que me atraparon: del color del cielo justo antes de una tormenta de nieve, fríos y distantes, pero con una chispa de fuego en su profundidad,con una mirada desafiante . Vestía ropa casual —una chalina beige y pantalones azules holgados—, pero en su mano derecha sostenía una navaja de hoja corta que parecía una extensión más de su cuerpo, y apuntaba directamente al latido vulnerable de mi cuello.
sin embargo
A pesar del miedo que helaba mi sangre, a pesar del peligro obvio, algo en mí se quebró. Una emoción absurda, poderosa y completamente genuina se apoderó de mí. El miedo se fundió en algo más, en una certeza tan estúpida como irrevocable. Mis labios se separaron y dos palabras escaparon, suaves como un suspiro, cargadas de un asombro reverencial:
como si fuese una verdad irrefutable
—Te amo…
Un silencio incómodo, cargado de la confusión de todos los presentes, llenó el espacio entre nosotros. Los otros ladrones, dos chicas —una de pelo rosado y otra con pecas—, se quedaron mirando.
—……Ja? —ella parpadeó, por primera vez, su máscara de dureza se agrietó mostrando un destello de genuino desconcierto. con un ligero rojo cubriendo sus mejillas
¡OHHHH ASÍ QUE ASÍ SE SENTÍA! ¡EL FAMOSO, IDIOTIZANTE, INEXPLICABLE AMOR A PRIMERA VISTA!
Mi corazón martilleaba en mi pecho, no solo por el miedo, sino por una euforia electrizante. No podía dejar de mirarla. Sabía que estaba mal, que era ridículo y potencialmente mortal, pero no pude evitarlo. Era como si mi alma hubiera reconocido algo que mi mente aún no podía procesar.
—¡Dije que te amo, señorita!
—¡YA CÁLLATE!
El movimiento fue tan rápido que apenas lo vi. El mango de la navaja se estrelló contra mi cráneo con una fuerza contundente y precisa. Una explosión de dolor blanco estalló detrás de mis ojos y mis piernas se negaron a sostenerme. Caí al frío mármol con un golpe sordo.
El amor es doloroso… y duele como la misma mierda, pensé, viendo estrellitas danzar ante mi vista.
La rubia, Claire —como pronto sabría—, no perdió el tiempo. Se arrodilló a mi lado y me registró con una eficiencia brutal, vaciando mis bolsillos de mi celular y mi cartera. Pero cuando sus dedos expertos encontraron la pequeña bolsa de terciopelo escondida en un doble forro, se detuvo. La sacó, la abrió y el anillo de gema azul rodó hasta su palma.
El cambio en ella fue instantáneo y alarmante. El color se drenó de su rostro, dejando una palidez cérea. Sus ojos, antes llenos de furia fría, se abrieron con una mezcla de incredulidad y… ¿miedo?
—Tú... —su voz era ahora un susurro áspero, cargado de una urgencia que transformó por completo su actitud de ladrona profesional a algo mucho más complejo—. ¿De dónde sacaste esto?
Me agarró del brazo con una fuerza que me hizo gritar y me arrastró hacia una esquina, lejos de los otros rehenes y de sus compañeras. La navaja seguía presionando mi cuello, pero su atención estaba completamente clavada en la gema, que parecía absorber la tenue luz del banco.
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—¿Eres idiota? —bufó, su aliento caliente azotando mi oído—. ¿Estás completamente demente?
Cómo es que una extranjera como tú tiene ese anillo ?!
y lo tienes en tu maleta como si fuese un puto adorno ?!!
— oye , al menos podrías darme un poco de contexto ? — intenta platicar con ella pero en vez de ello se dio la vuelta y me ignoro , en cambio recogió el cabello que ocultaba su oreja , revelando un dispositivo de comunicación , un micrófono en simples palabras .
“ chicas , vengan a la habitación de la izquierda , el robo se cancela “
unos minutos despues de ello entraron tres chicas
una mujer alta y de aparente buen fisico con pelo corto y pecas en el rostro
otra mujer de pelo rosa como algodon de azucar y ojos esmeraldas con una sonrisa parecida a la de un gato
y después …
—Claire, ¿qué pasa? —preguntó, su voz era clara y mesurada—. El sistema de seguridad se activa en 60 segundos. Debemos irnos.
otra chica, de pelo blanco ceniza con los ojos rojos y un porte que la hacía parecer un príncipe, como si fuese de la nobleza misma
—Mira —Claire le mostró el anillo, su mano temblaba ligeramente.
Manaria parpadeó con sorpresa , no solo ella , las demás vieron impactadas el anillo .
Ella tomó , lo examinó, y luego una sonrisa extraña, casi maternal, se dibujó en sus labios. Miró a Claire, y luego al anillo. Con una teatralidad deliberada, como si estuviera jugando con ella , tomó la mano de la rubia y fingió deslizar el anillo en su dedo anular.
—Vaya —dijo Manaria, su voz un susurro cómplice—. Con un anillo como este, casi parece una propuesta. Serías una novia difícil de complacer, Claire.
Algo primitivo y ardiente estalló en mi pecho. No eran solo celos; era una posesión visceral, irracional y abrasadora.
porque de alguna manera, en lo más profundo de mi ser, ya sentía que Claire era mía. Esa escena íntima, aunque obviamente falsa, me resultó insoportable.
—¡OYE! —grité, mi voz sonó estrangulada por una emoción que no entendía.
Me abalancé hacia adelante, esquivando por centímetros la navaja de Claire, y le arrebaté el anillo a Manaria con una fuerza que no sabía que poseía.
—¡Es mío! —declare, con los ojos llenos de lágrimas de rabia y confusión.
— Disculpe señorita — Manaria se dirigió a mí como si fuésemos amigas de toda la vida — pero necesito que me des ese anillo de una vez por favor .
— PARA QUE ?! PARA QUE VUELVAS A HACER ESA ESCENA DE MIERDA ?!
Y antes de que la razón pudiera detenerme, antes de que Claire pudiera reaccionar, me clavé el anillo en el dedo anular.
El efecto fue inmediato y violento. Un calor intenso, como si me hubiera sumergido la mano en magma, recorrió mi brazo, seguido al instante por un frío glacial que me heló hasta los huesos. La gema azul brilló con una luz interior pulsante, y por un segundo, sentí que el océano entero rugía dentro de mi cabeza. Un zumbido agudo llenó mis oídos y una energía descomunal, antigua y salvaje, se agitó en mi pecho, ansiosa por escapar.
— …… ella acaba de …..
— …… no me jodas ….
—¡IDIOTA! —Claire y Manaria gritaron al unísono, sus voces una mezcla de horror y furia.
—¿Q-qué? —balbuceé, aturdida.
Intenté quitármelo, pero…. era inútil. El metal no se movía ni un milímetro. Era como si se hubiera fusionado con mi piel y mi hueso, como si siempre hubiera pertenecido allí. Un pánico diferente, más profundo, comenzó a apoderarse de mí.
—¡Es la maldición de los anillos elementales! —explicó Claire, su voz cargada de una frustración feroz—. Se fusionan con el alma del portador en el momento de la activación.
La única excepción es si no poseen magia alguna en tu cuerpo , pero . ¡Pero ahora que has despertado su poder, es parte de ti! ¡Felicidades, idiota! ¡Acabas de convertirte en el blanco viviente y andante de cada cazador de tesoros, fanático religioso y demonio de este y otros mundos!
literalmente acabas de condenar tu vida por un ataque de celos !
Sus palabras, esta vez, sí que me atravesaron como lanzas de fuego . 316,000 dólares ya no importaban. Mi identidad falsa ya no importaba. Había sellado mi destino con un acto de celos estúpido.
“ acabo de .. escuchar bien ?”
La recepcionista del banco, una mujer de aspecto anodino y sonrisa profesional de algun modo entro en la habitacion como si nada
— disculpa querida — Manaria interrumpio , este no es un buen momento
sin embargo , la recepcionista empezo a reir aun mas fuerte
“ humanos idiotas “ apenas dijo eso Claire y el resto de las chicas sacaron lo que parecian ser varitas magicas , preparandose para un inevitable combate
…. tu ….TU TIENES UNO DE ESOS ANILLLOS VERDAD ? !
JAJAJA ESTO NO PODRÍA SER MÁS PERFECTO !
la recepcionista comenzó a convulsionar. Un sonido de huesos quebrándose y cartílagos desgarrándose llenó la sala. Su piel se rasgó con un ruido húmedo y grotesco mientras su cuerpo se expandía, deformándose, transformándose en una criatura alta y espeluznante. Plumas de un ébano oscuro y grasiento brotaron de su espalda, sus brazos se alargaron en alas membranosas terminadas en garras ganchudas, y su rostro se estiró en un pico cruel y curvo. Sus ojos, antes humanos, ahora sus ojos antes blancos pasarona tener una esclerotica de un tono amarillo y sus pupilas negras como el abismo , y unas garras que combinaban el negro y el morado
Un demonio ?! — grito loretta asustada
antes de que pudiecemos hacer algo la demonio , se sacudio velozmente , apenas pude parpadear cuando sus garras se clavaron en mi cintura
Con un chillido que resonó en lo más profundo de mis huesos y heló la sangre en mis venas, la bestia se abalanzó. Ignoró a todos los demás. Sus ojos estaban fijos en mí, o más específicamente, en el anillo que brillaba en mi dedo. Sus garras, frías y afiladas como el acero, me encerraron la cintura con fuerza brutal, aplastándome las costillas. Luego, con un poderoso aleteo que envió papeles y personas volando, se lanzó hacia la cúpula de vitral del banco, rompiéndola en mil pedazos de cristal coloreado que llovieron como lágrimas afiladas, y ascendió hacia el cielo abierto conmigo.
no obstante
—¡RAE! —escuché la voz desesperada y lejana de Lana desde abajo.
El viento me azotó el rostro, haciéndome llorar. La ciudad de Baver se encogía bajo mis pies, un hermoso y terrible mosaico. Forcejeé, pero las garras del demonio eran como tenazas de acero. Solo el sonido del viento y los batir de sus alas monstruosas llenaban mis oídos.
sobrepasamos la estratosfera
Y entonces, una figura se aferró a la pata del demonio justo por encima de las garras que me sujetaban.
¡Claire! Su moño rojo, ahora deshecho por el viento, ondeaba como una bandera de desafío. Su rostro estaba pálido, contraído por el esfuerzo y el dolor de su brazo herido, pero sus ojos celestes no mostraban ni un ápice de rendición.
—¡Suéltala , yo la vi primero ! —gritó, su voz casi perdida en el vendaval.
Con un movimiento increíble, logró clavar su navaja en la pata escamosa de la criatura. El demonio emitió un graznido de furia y dolor, pero no me soltó. En cambio, giró su cuello serpentino y, con un golpe rápido de su ala libre, impactó a Claire con fuerza. La navaja salió volando de su mano, describiendo un brillante arco plateado hacia el vacío. Una línea carmesí mucho más profunda apareció en el brazo de Claire, y un grito de dolor genuino escapó de sus labios.
— NO PUEDES USAR TU MAGIA DE FUEGO TAN CERCA VERDAD ? — la demonio empezó a mover mi cuerpo como si fuese un juguete — VAMOS INTENTA LANZARME TU MAGIA ,SI ES QUE PUEDES CLARO
— TU , DESGRACIADA HIJA DE PERRA ! TIENES IDEA DE CUANTO HEMOS PASADO PARA BUSCAR ESOS ANILLOS ? HE PASADO CINCO AÑOS DE MI VIDA BUSCÁNDOLOS
NO DEJARÉ QUE MI SUEÑO SE ME ESCAPE !!
— TCH que niña tan gritona ¡Ahora , hazme un favor y muere !
Al verla sangrar, algo se desató dentro de mí. La energía fría y vasta que había sentido antes, el poder del anillo, rugió como una bestia enjaulada. Ya no era una sensación, era un torrente, un océano contenida en mis venas. El miedo se disipó, reemplazado por una furia glacial y protectora. Ya no pensé. Mi cuerpo actuó por instinto.
Extendí mi mano libre hacia el costado de la criatura. No sabía qué orden dar, qué hechizo invocar. Solo sentí la necesidad imperiosa de detenerlo
un solo deseo
proteger a Claire a toda costa !
—¡ALÉJATE DE ELLA DEMONIO DE MIERDA !
Mi voz no sonó como la mía. Fue un eco, un comando que resonó con una autoridad ancestral. Y el océano respondió.
Desde las aguas tranquilas del puerto, a cientos de metros, un rugido ensordecedor se elevó. Un iceberg masivo, no una simple lanza, sino una catedral dentada de hielo azul y blanco, emergió de las profundidades con una velocidad imposible. No se estrelló contra el ala; se engranó con ella. El sonido fue nauseabundo: el crujido de huesos, la rasgadura de membranas alares y el grito agónico del demonio se fusionaron en una sola sinfonía de destrucción. El hielo perforó, desgarró y atrapó el ala por completo.
El demonio chilló, una sound de agonía pura, y sus garras se abrieron involuntariamente.
Mientras el cuerpo del demonio se desintegraba de a pocos
La caída fue eterna y un instante al mismo tiempo. El viento silbaba en mis oídos.
El golpe con el agua me sacó todo el aire de los pulmones. Forcejeé, desorientada, viendo la superficie brillar como un espejismo lejano sobre mí. A mi lado, Claire se debatía, sus movimientos eran torpes, espasmódicos, la definición misma del pánico.
oye no medigas que … ¡No sabe nadar!
Pero, de manera absurda y completamente incomprensible, en medio de su lucha por no ahogarse, sus ojos estaban fijos en algo que se hundía hacia la oscuridad
— MI LAZO ! grito desesperadamente intentando recuperarlo como sis su vida dependiera de eso .
— Señorita Claire porfavor suba a mi espalda
— pero !
— ¡No hay tiempo !
La rabia me dio claridad. Nadé hacia ella primero, ignorando el dolor en mis costillas y el fuego en mis pulmones. Agarré su chaqueta y, con una fuerza que solo la desesperación y un flechazo absurdo pueden dar, la empujé con todas mis fuerzas hacia la orilla distante.
— Oye espera porque estás regresando al océano ?
— voy a traer tu moño de vuelta , esperame por favor
— …tu …..
Luego, tomé una bocanada de aire que sabía que sería mi última y me sumergí de nuevo, nadando con furia hacia la mancha roja que se perdía en la oscuridad azulada. Mis pulmones ardían, mi visión se nublaba, pero mis dedos se cerraron alrededor de la seda mojada.
Lo tengo.
Pero era demasiado tarde. Mi cuerpo, al límite, exhaló su último aire en un suspiro de burbujas silenciosas. La presión del agua me abrazó, fría y implacable. sentia como el agua se filtrba por mis pulmones y luego
mi cuerpo colapso .
Ya no había agua. No había frío. Solo un espacio blanco, infinito y silencioso. Flotaba en la nada, sin peso, sin preocupaciones.
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—Hola Rae , a pasado mucho tiempo .Me alegra que tú tengas uno de los cuatro anillos —una voz como el tintineo de campanillas de cristal rompió el silencio, dulce y antigua.
Frente a mí, una niña pequeña con cabello plateado que le llegaba hasta la cintura y ojos del color rojo me observaba. Su presencia era a la vez tranquilizadora y abrumadoramente poderosa. No había emoción en su rostro, solo una curiosidad serena.
—¿Quién…? —intenté preguntar, pero no tenía boca.
—Soy Taim. Pero eso no importa ahora —dijo, su voz era una caricia en mi mente—. Despierta,
ahora que tu estas aqui , tal vez la humanidad tenga un poco de esperanza
además ….
Claire te esta esperando
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Un jadeo profundo, doloroso, me devolvió a la realidad. Estaba tumbada boca arriba en la arena fría y húmeda de una playa desierta. El sonido rítmico de las olas rompiendo en la orilla era el sonido más hermoso que había escuchado en mi vida. Tosí violentamente, escupiendo agua salada que sabía a sal y a… cerezas?
Claire estaba sentada a unos metros de distancia, mirando fijamente el horizonte donde el sol comenzaba a teñir el cielo de naranja , yo aun tenia su moño rojo en mi mano como si nada hubiera pasado.
Pero , Mis labios… estaban húmedos. Y tenían un sabor dulce y artificial, a cerezas. Un tenue color rosado, que definitivamente no era el mío, teñía mi piel alrededor de la boca.
— Señorita claire , acaso usted ……
Ella musitó, sin siquiera volver la cabeza, su voz era ronca por el agua salada:
—No pienses nada raro. Era RCP no …. no podía dejar que murieras
Una risa comenzó a burbujear en mi estómago, una risa nacida del agotamiento, el shock y la absoluta locura de la situación. Subió por mi garganta hasta convertirse en una carcajada histérica y llorosa que sacudió todo mi cuerpo dolorido.
—¡JAJAJA! —reí, con lágrimas saladas recorriendo mis mejillas—. ¡Solo vine a trabajar! ¡A hacer un maldito trabajo de oficina desde el extranjero! ¿Y ahora? que se supone que haré ? !
Claire se levantó lentamente. Se veía pálida, y dijo
—Entonces, si quieres vivir… —dijo, su voz era grave, áspera y completamente honesta—. Si quieres tener alguna posibilidad de sobrevivir a lo que se avecina, únete a mí. Seré tu espada y tu escudo. Te protegeré a partir de ahora.
La miré. A la mujer que antes intento asaltarme y que acababa de salvarme la vida. La mujer de la que me había enamorado en el peor momento posible, en el lugar más inadecuado y ante la circunstancia más ridícula.
Sin dudar un instante, como si mi mano tuviera una voluntad propia, tomé la suya. Su piel estaba áspera y fría
—Acepto. Seré tu compañera.
Ella resopló, un leve rubor tiñendo sus pálidas mejillas.
“ OH - HOHOHOHO “ —No te confundas, somos piratas después de todo , No habrá lugar gratis en mi barco, A partir de este momento, y hasta que encuentre la manera de sacarte ese maldito anillo, serás mi mascota y sirvienta personal. Harás lo que yo diga, cuando yo lo diga. ¿Entendido? mi plebeya ?
……..
……..
…….
Claire + vivir con ella = no tener que volver que trabajar en esa empresa de mierda !
Mi corazón dio un vuelco de alegría absoluta y probablemente enfermiza. ¿En serio? ¿Mascota? ¡ESO ES AÚN MEJOR!
Una sonrisa radiante, amplia y genuina, se extendió por mi rostro, y apreté mis manos contra mi pecho, como una doncella en una historia de caballerías.
—¡Será un honor y un privilegio estar a tu lado y servirte, mi señorita Claire!
Claire parpadeó, una, dos veces. Su expresión severa y controlada se quebró por completo, reemplazada por un puro y genuino asombro, mezclado con un profundo desconcierto. Sus cejas se arquearon y su boca se abrió ligeramente.
—… ¿De qué rayos estás hablando?
— TRABAJAMOS MUY DURO A PARTIR DE HOY SEÑORITA CLAIRE !
— ¡ ¿De qué rayos estás hablando? !
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