Work Text:
El señor mango estaba casado con una preciosa manga y tenía dos pequeños manguitos.
Vivía en una bonita casa en el maravilloso barrio de Mangín y un puesto estable en la compañía Mangusto.
Su vida era perfecta.
Hasta que una tarde cuando volvió pronto para su aniversario matrimonial con un ramo de rosas y muchos chocolates para su amada manga, lo vío.
El banano, su mejor amigo ¡SE ESTABA ACOSTANDO CON SU ESPOSA!
El señor mango dijo:
—¡¿Cómo pudiste desgraciado banano, después de todo lo que hecho por tí?!
A lo que el banano respondió:
—¡Señor mango! Menos mal que llego, su esposa me estaba obligando, ¿acaso no ve como me tiene amarrado?
El señor mangos se quedó sorprendido y más aún al ver la cara de culpabilidad cara de su esposa:
— ¿Cómo has podido hacer eso, que pasara con nuestros manguitos?
—Me dejaste sola mucho tiempo señor mango ya no somos lo que éramos antes, ya no te amo, solo seguía contigo por tu dinero.
Dijo la manga y se fue sin mirar atrás con sus manguitos.
El señor mango estaba devastado, aún así el banano fue el único que se quedo y le dijo:
—No te preocupes, yo estoy aquí contigo
Y lo beso apasionadamente, dejando al mango sonrojado.
FIN
